martes, 24 de marzo de 2009

Nunca mas...


Hablar de una época no vivida, con el debido respeto, sensibilidad y correspondencia debido, no es sencillo. Mucho menos si hablamos de un hecho tan cercano a nuestros días, un hecho al que muchos restan importancia. Es verdad que el pueblo Judío sufrió grandes barbaries bajo el régimen nazi, y todos nos horrorizamos por eso, pero mucho no miramos un poco mas cerca, como para descubrir que en nuestro país también existido una suerte de plan de exterminio que se enmascaro bajo el titulo de “desapariciones” y que aun significa un gran dolor para la memoria de todos aquellos que al menos por un momento imaginan, o en el peor de los casos “recuerdan” lo ocurrido a mediados de la década del 70.

La crueldad no tuvo límites en la Argentina ocupada de 1976. Sin embargo, aquello estaba lejos de ser un "defecto" para los usurpadores del poder y sus socios civiles. Era para ellos una de sus virtudes, aquella decisión "inclaudicable" de reorganizarnos, de llevarnos por la "senda de grandeza", aquellos "objetivos sin plazos", y todo esa palabrería macabra que escondía el vaciamiento del país y la peor matanza de la historia argentina.

Empezaron las ejecuciones en masa. Centenares de detenidos fueron asesinados. Para fin del año 1976 había millares de muertos y desaparecidos más. Los militares ya no darían marcha atrás. Tenían las manos demasiado empapadas de sangre. Y Videla quiso convertir aquella masacre en una incógnita declarando que el desaparecido "no tiene entidad, no está ni muerto ni vivo, está desaparecido".

La elección de la palabra "desaparecido" no fue al azar, sino consciente y perversa. Videla no tenía ninguna duda sobre el destino de los prisioneros políticos y mediante la palabra "desaparecido" exhibía en público el terrible método elegido para atormentar a los familiares, creando la incógnita sobre el destino de su ser querido. Madres desesperadas cuyo hijo de 15 años no había vuelto de la escuela. Y no volvió NUNCA MAS. Ni él, ni miles de argentinos volvieron de sus trabajos, de sus escuelas, de sus facultades. Otros tantos fueron arrancados de sus camas en plena madrugada...

El hecho emblemático, "didáctico" de aquel terrorismo de Estado fue el que pasó a la historia como "la noche de los lápices", la noche del 16 de septiembre de 1976 -21 aniversario del derrocamiento del primer peronismo por la autodenominada Revolución Libertadora- en la que fue secuestrado un grupo de jóvenes militantes secundarios de la ciudad de La Plata y alrededores. La que había sido la ciudad Eva Perón era ahora el reino de Saint Jean, autor "literario" de la inolvidable frase:
- "Primero mataremos a todos los subversivos, luego a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, luego a los indiferentes y por último a los tímidos".
En la corte de Saint Jean había personajes de la talla del general Ramón Camps y su mano derecha, el comisario Miguel Etchecolatz. Fueron los responsables directos del secuestro, tortura y muerte de estos jóvenes, para los que nadie reclama inocencia según los parámetros de una dictadura culpable por naturaleza y que salen honrados de la vergonzosa afirmación que aún hoy, recuperada la democracia, campea por estas tierras, ese "algo habrán hecho" que tanto daño hizo y hace.

Producido el golpe, la estrategia fue suspender la vigencia del boleto estudiantil y esperar la protesta y que los estudiantes volvieran a luchar por lo que les correspondía. Las razzias duraron dos meses y el pico de detenciones se produjo aquella noche de septiembre. Recuerda Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes de aquel horror que:
- "...hay un documento de la Jefatura de la Policía de la Provincia de Buenos Aires que se llama específicamente La Noche de los Lápices. Ese documento, firmado por un comisario mayor Fernández, en ese momento asesor del Consejo del general Camps y Etchecolatz, hablaba de que luego de desarticulados política e ideológicamente los sectores "subversivos" como universitarios, barriales, trabajadores, la piedra angular eran los "potenciales subversivos", que eran los estudiantes secundarios que eran líderes en sus escuelas. Ellos hablaban de "semillero", de "potenciales subversivos".

Los jóvenes secuestrados en aquella "Noche de los lápices", tenían entre 15 y 16 años. Fueron arrancados de sus casas en la madrugada y llevados inicialmente a la "División cuatrerismo" de la policía bonaerense, donde funcionaba el centro clandestino de detención conocido como "Arana". De allí pasaron a la "División de Investigaciones de Banfield", tristemente célebre como el "Pozo de Banfield". Allí conocieron el horror en toda su expresión. Padecieron la tortura, simulacros de fusilamiento y el vano intento de imponerles otra mentalidad, la forma correcta de "procesar" aquel país y aceptarlo tal cual era en 1976, un país atendido por sus dueños. Tuvieron sus cuerpos pero no su obediencia.

Y esas muertes me duelen. Y los 30.000 desaparecidos me duelen. Secuestrados ilegalmente a partir de 1976 por el terrorismo de Estado, salvajemente torturados durante días, meses, quién sabe si años. Cualquiera que haya visto la película argentina "La Noche de los Lápices", "La Historia Oficial", "Garage Olimpo" (por citar sólo algunas) o haya leído el informe de la CONADEP, conocido como "Nunca más", puede hacerse una idea más o menos vívida de lo que la dictadura militar le hizo a nuestra gente, a nuestro país.

Nadie que se precie de ser HUMANO puede ser indiferente antes las atrocidades que los militares cometieron. Las experiencias que ahí relatan sobrevivientes son de tanta crueldad que uno no concibe que alguien pueda haber hecho algo así contra otra persona.

Yo no viví en ese tiempo, creo que para entonces mis papas no eran nisiquiera novios. Muchos dicen que mi narrativa es un tanto subversiva, hasta el punto de buscar trascender incluso a la fuerza ante las ideologías o posturas de la colectividad. Pero en realidad solo intento mirar la realidad desde esas posturas que no son las ideales, que no son las mas fáciles, o para que se entienda mejor “no son las menos complicadas”. Lo que si sé, es que si hubiera vivido en ese entonces, no me habría mantenido indiferente ante la oscuridad que se avecinaba a marcar un apartado tenebroso en la historia de nuestro país. Pueden decir que solo soy alguien que lo dice de boca hacia fuera, pero soy Argentino, tengo 24 años, soy clase 84, estudiante de letras... soy alguien que siente esa herida abierta que sangraron adolescentes generaciones pasadas, alguien que solo puedo limitarse a sentir la angustia de imaginar las torturas a las que aquellos fueron sometidos, porque jamas yo ni nadie que no lo haya vivido, podrá ponerse en esos cuerpos de entre 15 y 16 años, y describir lo atroz de aquella degradación humana.

Con todo esto, no creen que es justo gritar hasta desgarrar la garganta 30.000 veces NUNCA

MAS!!!!?


La PLUMA DEL QUETZAL

martes, 3 de marzo de 2009

El Huevo o la gallina...


Hace un par de días atrás, mientras conversaba con un amigo, la charla se fue por ángulos que escapaban al tema original y terminamos hablando sobre el mas grande enigma existencial de la humanidad; “quienes somos, y de donde venimos”. Mi amigo, un ex-católico abrazado a la fe evangélica y yo una oveja negra que se fue de boliche y se emborracho tanto que se olvido de cómo volver al rebaño.
Habíamos comenzado hablando sobre cine y cuando yo dije que mi película favorita siempre fue y sigue siendo “The Truman Show”, comenzamos a calar en el porque de elegir determinadas películas, y yo defendí la idea de lo mucho que abrió mi mente esa película, de lo revelador que me resulto ver aun sujeto como cualquiera de nosotros, inmerso en un mundo ficticio que para sus ojos es una cómoda y tranquila realidad. Un sujeto que jamas se pregunto; “porque el cielo es azul”, “porque un circulo incandescente calienta e ilumina el día, y porque otro plateado nos trae una fría y oscura noche”, “porque si el universo es una gigantesca mancha negra que se expande, no hay nada mas inmenso que él en donde se expanda?”
Y así mi amigo quiso explicarlo desde la Biblia... CRASO ERROR!!!! Jamas quieras explicarme nada desde la Biblia porque morirás en el intento, o yo voy a ganarte por cansancio. Porque si Dios existe, entonces tiramos al tacho de la basura todas aquellas teorizaciones y deducciones que hablan del Big Bang, las galaxias, la via lactea, el sistema solar, los planetas, los satélites... “pero acaso Neil Armstrong no piso la luna?”, o es que nos han mentido toda la vida y solo a sido un intento fallido por encontrar una explicación mas tangible al “porque de los porque”, a la desesperada búsqueda por descubrir “que hay mas allá” cual es el origen de todo. Y es entonces en este punto cuando vemos que la ciencia nos resulta insuficiente, porque si con nuestra primitiva tecnología no hemos podido sacar ni un solo artefacto del sistema solar para verificar que el sistema solar es concretamente “un sistema solar”, entramos entonces a buscar marcos teóricos ligados mas a la teología que a la biología. Y entonces decimos “Dios existe!!!”, pero entonces surgen nuevas preguntas; “si nuestro planeta es relativamente nuevo, que hacia Dios antes de crearnos?, se tinqueaba el coto en su magnificencia?, escuchaba sus coros de ángeles todo el tiempo?, dormía en una pomposa nube?”, “en su omnipotencia él elegía que sentimientos o sensaciones sentir?, si quería sentirse feliz, se sentía feliz?, si quería sentir adrenalina, sentía adrenalina?, si quería sentir vértigo, sentía vertigo...?” “sabrá Dios lo que es sentir un orgasmo?”, o es que esa es una experiencia puramente mundana que fue el resultado de un mal calculo, porque la Biblia habla del sexo, solo como el mecanismo para generar la prole, no como algo tan placentero como lo és. O me dirán que no es uno de los placeres mas gratificantes que gustan tanto, y cuestan tan poco?...

En si, yo concluyo siempre que esa necesidad de creer en un “después”, esta tan arraigada en el inconsciente colectivo, que por mas que nos neguemos a creer en un Dios, terminamos esperando que la vida no acabe solo en ese promedio de 75 años que tiene toda la humanidad. Para muchos puedo ser un ateo, pero cuando voy al cementerio a dejar flores en el rincón de mi abuelo, le lloro, le recuerdo, y le hablo... le hablo como si me escuchara, y como si estuviera convencido de que en algún momento lo veré de nuevo, como si por un segundo yo creyera que si existe ese paraíso donde todos nos encontramos al final. Pero al salir a la calle, al ver la televisión, al escuchar los decires de los demás, nuevamente veo lo cruel de la cotidianeidad del mundo, y entonces me pregunto “si existe Dios, porque deja que en África nazcan niños con vih, en un número tan excesivo, y con una naturalidad tan desgarradora, que si alguna vez fueron noticia, hoy solo se los menciona cuando se conmemora el día mundial de la lucha contra el vih-sida, mientras que en el resto de los 364 días del año ni nos acordamos...” Si existe Dios, entonces existe uno que no come chancho para los judíos, otro con forma de elefante para los Hindúes, uno con cabeza de chacal para los viejos egipcios y uno que maneja el trueno para los recordados griegos. Me dirán entonces que Dios es uno solo para todos, “pero entonces cual de todos estos dioses es el que se aproxima mas al verdadero?”.

Y si volvemos a la teoría de los planetas y las galaxias: dicen que la tierra está en un joven sistema solar inserto en una de las miles jóvenes galaxias que existen en todo el universo... entonces quiere decir que pueden existir miles de galaxias con sistemas solares que pueden tener planetas como la tierra plenamente habitados, “y para cada uno de esos planetas hay un Dios supremo que creo la vida en seis días?” En ese caso ya nos estaríamos acercando al universo Dragon Ball donde existen varios kaiosamas distribuidos en todos los puntos cardinales del universo y que responden a las ordenes de un gran kaiosama que se pasa la existencia escuchando música a todo volumen.

Y este es el punto en el cual sigo buscando “un mas allá”, y termino acordándome de la rememorable Hombres de Negro, donde vemos al final, que la cámara se aleja, se aleja, se aleja, se aleja y se aleeeeja tanto, que terminamos viendo a un universo metido en una bolilla que a su vez termina siendo una de tantas con las cuales seres amorfos juegan a las canicas, pero nuevamente pienso “en que suelo están parados esos seres amorfos...?”

Finalmente termino como al principio, sin saber como viene la mano, porque Dios quizás este detrás de todo, pero si Dios en realidad no nos creo y somos nosotros los que lo creamos a él para poder explicar todo?, quizás entonces ya peco por exceso y me acerco a un viejo rotulo citado por Nietzsche que habla del “Crepúsculo de los Dioses”, pero en realidad quiero decir que siempre terminamos a mitad de camino en el intento por saber quienes somos, y para un mejor ejemplo, nosotros pasamos a ser el huevo, Dios la gallina, y la pregunta seria ¿que fue primero, el huevo o la gallina”?

domingo, 1 de marzo de 2009

Esta noche quiero dormir solo


Cuando se pasa gran parte del tiempo quemando la juventud en sexo, uno entra inevitablemente en un mal habito de sexo; camas de tres, sexo con espectador, sexo con juguetes, lugares poco comunes, y algunos condimentos como el trencito, la “lactal-facial” y el tan excitante mal trato al lado de un juego de roles. Uno se habitúa tanto que luego pasa de ser un gusto, a ser justamente un “mal habito” y luego cuando quieres dejarlo para intentar estar bien con alguien, es como que las malas mañas ya las vienes arrastrando y son como grilletes con bolas de plomo que no te los puedes quitar.

Cuantas veces me he despertado pensando en que hacer de nuevo en la cama, cuantas veces sobrepuse el sexo a las cosas que verdaderamente me eran importantes. He tenido tanto sexo que fácilmente hasta podría agregar diez posiciones nuevas al Kama Sutra. Y todo ello solo me ha valido sentir que aun no me he enamorado de la manera que me habría gustado…. Y es que si bien mi educación me ha enseñado a comportarme de la manera que el inconsciente colectivo denomina “normal” yo aprendí como quise y por ello hoy me siento como me siento.

Son las 02:00 de la madrugada y es una hora tipo para entras a pensar en esas cosas que nunca pensamos. Se que cuando amanezca seguirá siendo un día mas y no sé si seguiré pensando como lo hago siempre o como lo hago ahora, pero de lo que si estoy seguro, es de que esta noche quiero dormir solo...